Origen y evolución. Desde el inicio de las actividades hospitalarias en 1961, se contempló la implementación de un servicio que elevara la calidad de la atención médica hospitalaria, si bien inició como un servicio limitado a interconsultas, progresó con programas extensos de valoración de riesgo quirúrgico, controles pre y postoperatorios, así como el diagnóstico y tratamiento de pacientes con patología diferente a la oncológica o complicaciones multiorgánicas y en particular los procesos infecciosos de elevada prevalencia en esta población. Posteriormente se establecieron programas para control de dosis por toxicidad con quimiofármacos (v.gr. doxorrubicina, bleomicina, cisplatino entre otros).
El origen de este servicio fue consecuencia de la llegada del Dr. Mario Lieberman Litmanowitz, internista entrenado en el Hospital Chesapeake and Ohio situado en Clifton-Forge, Virginia, que destacaba por su brillantez, notable intelecto, destreza clínica y un humanismo poco habitual, maestro de varias generaciones en la especialidad, diseñó la estructura y funcionamiento del departamento, y hasta su salida del servicio a la Jefatura de Enseñanza y posterior Subdirección del Hospital mantuvo el liderazgo en el servicio. Años después ocupó la Jefatura de Enseñanza a nivel nacional en la antigua Subdirección General Médica del IMSS.
Al departamento se fueron agregando distinguidos médicos como el Dr. Carlos Ortega especialista en Medicina Interna y con postgrado en Medicina Nuclear en la U.C.L.A. en California, médico afable a quien frecuentemente se le “acababa la vocación” alrededor de las 10:30 h de la mañana y salía a algún buen restaurante de la zona, de buen talante, conversador y siempre atento con sus compañeros, cuya adscripción fue para el gabinete de Medicina Nuclear que se instaló en esa época, sitio donde se realizaban diversas gamagrafías, pruebas dinámicas de función renal y pruebas de función tiroidea, sin embargo este gabinete permaneció por un lapso limitado de tiempo, ya que por políticas y lineamientos institucionales fue centralizado en el entonces llamado Hospital General del CMN, a pesar de ello el Dr. Ortega permaneció adscrito al servicio de medicina interna del hospital.
En 1974 se incorporó el Dr. Guillermo Bierzwinsky Sneider procedente
del Hospital de Ginecología y Obstetricia número 2, CMN también entrenado en la
especialidad en los Estados Unidos, quien substituyó en la Jefatura del
Departamento al Dr. Lieberman manteniendo la estructura y optimizando las
funciones del servicio, dos años después el Dr. Leobardo Castro Hernández del
Hospital General, CMN inició el desarrollo de la nutrición en el hospital con
el
apoyo de Dietóloga especializada Silvia de la Cruz implementando toda la tecnología, incluida campaña de flujo laminar, para la nutrición parenteral total y todas las modalidades de la nutrición enteral, y fue quien ocupó la jefatura del servicio los siguientes años.
apoyo de Dietóloga especializada Silvia de la Cruz implementando toda la tecnología, incluida campaña de flujo laminar, para la nutrición parenteral total y todas las modalidades de la nutrición enteral, y fue quien ocupó la jefatura del servicio los siguientes años.
A mediados de la década de los setentas con el crecimiento
del servicio y recién egresados del postgrado en Medicina Interna en el antiguo
Hospital General del Centro Médico Nacional se adscribieron varios médicos;
el Dr. Alfonso Castillo Chávez, posteriormente Jefe de Enseñanza e Investigación, Subdirector Médico y Director entre los años de 1986 al 2001, el Dr. Raúl Gómez González quien cambió su residencia a Los Angeles, California donde actualmente ejerce, y
el Dr. Sergio Ortiz Lazcano éste último quien desarrolló en esa época un original e interesante estudio acerca de la hemoglobina fetal en pacientes con cáncer como marcador tumoral. Con este personal la integración con todos los servicios hospitalarios fue completa, y permitió elevar la calidad de la atención de los pacientes, se modificaron los sistemas de valoración preoperatoria de los pacientes, se sistematizó el monitoreo para evaluar la toxicidad de diversos esquemas de quimioterapia y se dio un impulso a la enseñanza a los grupos de estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM. En esa época se publicaron artículos acerca de síndromes paraneoplásicos, complicaciones médicas de las enfermedades oncológicas, resultados de la nutrición parenteral y manejo de pacientes en estado crítico.
el Dr. Alfonso Castillo Chávez, posteriormente Jefe de Enseñanza e Investigación, Subdirector Médico y Director entre los años de 1986 al 2001, el Dr. Raúl Gómez González quien cambió su residencia a Los Angeles, California donde actualmente ejerce, y
el Dr. Sergio Ortiz Lazcano éste último quien desarrolló en esa época un original e interesante estudio acerca de la hemoglobina fetal en pacientes con cáncer como marcador tumoral. Con este personal la integración con todos los servicios hospitalarios fue completa, y permitió elevar la calidad de la atención de los pacientes, se modificaron los sistemas de valoración preoperatoria de los pacientes, se sistematizó el monitoreo para evaluar la toxicidad de diversos esquemas de quimioterapia y se dio un impulso a la enseñanza a los grupos de estudiantes de la Facultad de Medicina de la UNAM. En esa época se publicaron artículos acerca de síndromes paraneoplásicos, complicaciones médicas de las enfermedades oncológicas, resultados de la nutrición parenteral y manejo de pacientes en estado crítico.
A fines de los ochentas ocupó la Jefatura del Servicio
el Dr. Alfonso Fajardo, quien no solo continuó todos los programas departamentales, también profundizó en el conocimiento y tecnología de la nutrición, incorporó un número mayor de pacientes a las diferentes modalidades de la nutrición, y fue uno de los pioneros en hablar e implementar los programas de calidad tan en boga durante los siguientes años. Igualmente implementó los fundamentos de la Medicina Basada en Evidencias. Con estos antecedentes y los cambios administrativos de los últimos años ocupó la División de Calidad del Hospital hasta su jubilación.
el Dr. Alfonso Fajardo, quien no solo continuó todos los programas departamentales, también profundizó en el conocimiento y tecnología de la nutrición, incorporó un número mayor de pacientes a las diferentes modalidades de la nutrición, y fue uno de los pioneros en hablar e implementar los programas de calidad tan en boga durante los siguientes años. Igualmente implementó los fundamentos de la Medicina Basada en Evidencias. Con estos antecedentes y los cambios administrativos de los últimos años ocupó la División de Calidad del Hospital hasta su jubilación.
En estos últimos años debido al incremento de la sobrevida
en diversas patologías oncológicas y al uso de tratamientos combinados algunos
de ellos mas agresivos, como las dosis escalantes en neoplasias hematológicas,
propician en ocasiones variada patología concomitante, a veces tan grave como la
neoplasia de fondo y han hecho imperativo el concurso del departamento tanto en
el diagnóstico como en la terapéutica de estas complicaciones.