martes, 1 de febrero de 2011

Hematología


Hematología


Origen y evolución. Su principal antecedente es el Dr. Romeo González Contance, Hematólogo del Hospital General de la Secretaria de Salubridad y Asistencia y del Sanatorio número 2 del IMSS, quien participó el la instauración del servicio durante la primera fase del Hospital de Oncología del CMN en el año de 1961, especialista de renombre sin embargo su estancia en el hospital fue breve, substituido posteriormente por el Dr. Elías Goodman quien similar a su antecesor  solo permaneció en el hospital por el lapso de un año alrededor de 1963, y no fue sino hasta la llegada en Enero de 1964 del
Dr. Enrique Arechavala Perichard (25) joven Hematólogo formado en el Hospital Parkland en Dallas, Texas fue quien estructuró el Servicio de Hematología tal y como lo conocemos, tres años después con el arribo del Dr. Adolfo Isassi Chapa (26) regiomontano especializado en Houston, la hematología y en particular la morfología alcanzó niveles de excelencia, y en época posterior el servicio se enriqueció con la adscripción del Dr. Antonio Limón Villaláz(27) egresado en 1973 de nuestro Hospital de Oncología cuyo humanismo y la calidez fueron notables. El departamento (28, 29)  fue uno de los primeros en utilizar los estudios de cariotipo en la leucemia granulocítica crónica (30), cuando este método estaba en etapa de introducción en el mundo. Bajo el liderazgo de Enrique Arechavala el servicio fue reconocido como precursor de los tratamientos combinados de radiación y quimioterapia en Mieloma múltiple, Leucemia granulocítica crónica y obviamente en los Linfomas y la Enfermedad de Hodgkin. Alrededor del año 1976 se cambió la estructura administrativa, creándose las Divisiones y al Dr. Arechavala se le nombró como el Jefe de la División de Oncología Médica que incluía el Departamento de Hematología y quedó al cargo del Servicio el Dr. Adolfo Isassi, quien años después regresó a su terruño en Monterrey, Nuevo León y actualmente labora en el Hospital San José del Sistema ITESM.
En su periplo participaron otros jóvenes hematólogos por periodos breves como el Dr. Luis Monroy, clínico posteriormente asentado en Culiacán, Sinaloa, el Dr. Víctor Torras dedicado a la investigación científica en el Centro Nacional de la Trasfusión Sanguínea de la SSA y el Dr. Francisco de del Valle quien continuó su desarrollo como jefe de Oncohematología en Oldenburg, Alemania (31-34).

En la década de los setentas se incorporaron otros jóvenes hematólogos como el Dr. José Clemente Díaz Maqueo (35), posterior jefe de servicio y el Dr. Agustín Avilés Miranda (36), con postgrado en la Clínica Mayo en Rochester, clínico con prolífica producción científica, nivel 3 Sistema de Investigación Científica de CONACYT hasta la actualidad.


En esa etapa se adaptaron nuevas clasificaciones clínico patológicas en leucemias y linfomas se desarrollaron índices pronósticos complejos, además de esquemas terapéuticos agresivos con rescate a través de factores estimulantes de colonias y novedosos esquemas terapéuticos
La tendencia del servicio fue la sistematización del manejo de los pacientes por medio de protocolos de estudio y tratamiento, que generó elevación de la calidad en la atención de los pacientes tanto como la productividad científica, con el consecuente reconocimiento extramuros. Progresivamente se han incorporado el uso de nuevos marcadores tumorales y de anticuerpos monoclonales.
En el aspecto docente siempre han participado en la formación de residentes de Oncología Médica del hospital y de Hematología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Siglo XXI (37).
Este desarrollo se vio interrumpido por el sismo de septiembre de 1985 (38) y se requirió de varios meses, hasta Agosto de 1986, para reactivar la función plena del servicio con camas en el Hospital Anexo (39) y consulta externa (40) en el Hospital de Cardiología de nuestro Centro Médico Nacional en forma provisional y una vez reconstruido el  Edificio A del nuevo Hospital de Oncología (41) en Abril de 1992 se asignaron las camas definitivas de hospitalización y terminados los Edificios E1 y E2 los consultorios a principios de 1998 (42).
Dentro del Edificio A se incluyó la construcción de la Unidad de Transplante de Médula Ósea (43-46) a cargo de la 
Dra. María de Jesús Nambo Lucio (47), diseñada con siete camas de asilamiento total, circulación tipo quirófano, sistema de aire de flujo laminar (48) y laboratorio para obtención y criopreservación de médula ósea (49). Se agregó área de aféresis independiente (50). El primer transplante se realizó el 22 de Octubre de 1997, y el servicio se ha enfocando fundamentalmente a transplantes autólogos de pacientes con Linfomas, Enfermedad de Hodgking, Mieloma Múltiple y cáncer de mama, motivo de diversas publicaciones científicas.



Oncología Médica



El Servicio de Oncología Médica.


Origen y evoluciónEste servicio al igual que otros departamentos del hospital tiene su origen en el Sanatorio no. 2 del Instituto Mexicano del Seguro Social, sitio en el que se inició la atención oncológica del instituto en 1956 y que en solo un lustro se desarrolló de manera significativa. Si bien en la planeación conceptual participaron los Drs. Guillermo Montaño, Horacio Zalce y José Noriega Limón, el personal médico que lo conformó  fue el director  Dr. Rafael Martínez González,           

especialista entrenado en Manchester, Inglaterra en Radioterapia y el subdirector Dr. Francisco Morales Canfield, con postgrado en Cirugía Oncológica en la Universidad de Illinois en Chicago, quienes apoyados por un grupo destacado de colaboradores fueron los responsables de la puesta en marcha del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a ellos se les asignó la responsabilidad del funcionamiento del hospital que formaba parte del CMN, un complejo hospitalario de avanzada construido para la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA), que fue cedido para su administración y función al IMSS. En base a sus experiencias tanto del Hospital General de la SSA como de importantes centros hospitalarios, entre ellos particularmente el Memorial Cancer Center de Nueva York, diseñaron los servicios de atención oncológica.




El Hospital de Oncología del CMN fue inaugurado el 11 de Mayo de 1961, sin embargo en esa época la quimioterapia se encontraba en sus albores, lo que dominaba la terapéutica en cáncer era la cirugía y la radiación, y fue a través de la experiencia del Dr. Morales Canfield quien puso en función el servicio de quimioterapia, que únicamente proporcionaba atención durante 2 horas los sábados, días que en aquella época se dedicaban a la visita conjunta y a las sesiones académicas,  inició con la aplicación de los primeros quimioterápicos como la ciclofosfamida y el metotrexate que empezaban a mostrar efectividad en cáncer de mama y otros tumores, posteriormente el 5 fluoruracilo,  thiotepa, incluso la aplicación de quimioterapia regional,  a través de catéteres por gravedad y posteriormente con bombas de infusión para diversas neoplasias del área de cabeza y cuello, también en ese tiempo el Dr. Morales Canfield propuso el uso tópico del 5 fluoruracilo  en lesiones premalignas y neoplasias basocelulares superficiales, y demostró la curabilidad del coriocarcinoma con el uso de esquema y dosis simplificada por vía oral del metotrexate, y gracias a él, en el trascurso de tres años se estableció como uno de los servicios primordiales. 

A finales de la década de los sesentas el Dr. Jaime de la Garza Salazar se integra al servicio y contribuye a consolidar la primera escuela de oncología médica del país, destacado médico regiomontano quien obtuvo el primer diploma en Oncología en la South Texas Medical School y el primer diploma en Oncología Médica otorgado por la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota, quien en la siguiente década fue uno de los primeros en utilizar la quimioterapia neoadyuvante en el cáncer inflamatorio de mama, inicialmente con 5 fluouracilo e incorporando posteriormente la adriamicina y la ciclofosfamida en el conocido “FAC”. En 1976 se publica en revista extranjera el primer trabajo de radioterapia y bleomicina en tumores de cabeza y cuello. 
Entre las décadas de los setentas y ochentas, el tratamiento del cáncer con quimioterapia ya cuenta con indicaciones específicas, se define la adyuvancia y neoadyuvancia, se avanza en el concepto de enfermedad diseminada desde el inicio del padecimiento y en la necesidad de tratamiento sistémico. 
A finales de los ochentas, gracias al notable desarrollo del arsenal terapéutico, el número creciente de neoplasias curables y la mejoría sustancial en la sobrevida y calidad de vida de los pacientes con cáncer, se hizo evidente la necesidad de la separación de la especialidad en Oncología Médica y Radiooncología, que se definieron como disciplinas independientes en el Hospital y con el consecuente reconocimiento universitario en 1994, al entrar en vigor el Plan Único de Especializaciones Médicas de la Facultad de Medicina de la UNAM, es importante mencionar que éste reconocimiento fue conseguido con el apoyo de los principales grupos de oncología médica del país, entre los que destacaban ISSSTE y del INCAN.

El Dr. Víctor Manuel Lira Puerto realizó la especialidad de Oncología Médica y Radioterapia en el Hospital de Oncología CMN de 1970 a 1973, continuó su preparación en la Universidad de Wisconsin-Madison de 1973 a 1976, reincorporándose al hospital en 1976, trajo consigo importantes avances en el conocimiento del ciclo celular, en nuevos fármacos, además de diversos esquemas y modalidades en quimioterapia, fue quien detonó la proyección de la especialidad a nivel nacional en conjunto con otros distinguidos oncólogos médicos. Brillante conferencista, entrañable compañero y enorme ser humano. El Dr. Lira Puerto tomó la jefatura del servicio desde 1976 hasta su jubilación en el año 2002.
Con estas personalidades el departamento se integró, consolidó y desarrolló de forma significativa el liderazgo de la especialidad a nivel nacional,  centro y Suramérica, a través de atención médica de excelencia, formación de residentes con reconocimiento universitario, múltiples conferencias, creación y desarrollo de protocolos terapéuticos fase II y III, y un consecuente elevado número de publicaciones.
Este proceso fue interrumpido por los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985, siniestro que afectó a varios de los conjuntos hospitalarios de nuestra ciudad, incluido nuestro Centro Médico Nacional, el Hospital de Oncología no cayó pero el edificio principal fue severamente dañado, irrecuperable, tuvo que ser demolido. La secuela de la pérdida de casi el 65% de la capacidad instalada produjo una diáspora del personal, obligó a la separación física de algunos departamentos. A pesar de los contratiempos y la enorme dificultad para realizar la atención médica, pero gracias al esfuerzo de las autoridades y de todo el personal hospitalario reiniciaron la atención médica en forma progresiva, la radioterapia desde Noviembre de 1985, y ya para Agosto de 1986 se reinició la consulta externa de Oncología Médica en el Hospital de Cardiología y la preparación de la quimioterapia en el Hospital Anexo.
La reconstrucción fue planeada por la Jefatura de Proyectos del CMN desde 1986 y la primera fase, el  edificio A, fue realizada y entregada el 27 de Abril de 1992, que incluía  los consultorios de Oncología Médica y un área específica para la preparación y administración de quimioterapia para pacientes ambulatorios.

En la actualidad el Departamento de Oncología Médica se encuentra conformado por un grupo de jóvenes oncólogos liderados por el Jefe del Servicio Dr. Juan Alejandro Silva, todos ellos motivados por su herencia hospitalaria, gran inquietud intelectual, disposición a la docencia y con buena producción científica mantienen en alto el prestigio del Departamento.